Talált 148 Eredmények: descendencia de Abraham
No temas, pues, ya que yo estoy contigo. Del Este haré venir a tu descendencia y del Oeste te reuniré. (Isaías 43, 5)
Vuelvan a su origen, miren la roca, la cantera de donde fueron sacados; miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Era uno solo cuando lo llamé, pero lo bendije y se multiplicó. (Isaías 51, 2)
porque te extenderás a derecha y a izquierda. Tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas. (Isaías 54, 3)
pues tú eres nuestro Padre. Abraham ya no sabe de nosotros e Israel tampoco se acordará. Mas tú, Yavé, eres nuestro Padre, nuestro Redentor; éste ha sido siempre tu nombre. (Isaías 63, 16)
Haré nacer de Jacob una descendencia y de Judá herederos para mis montañas. Les corresponderán en herencia a mis elegidos y mis servidores harán allí sus casas. (Isaías 65, 9)
Ten esperanza para el futuro, pues tu descendencia regresará a su tierra. (Jeremías 31, 17)
Multiplicaré la descendencia de David, mi servidor, y de los levitas, para que continúen en mi servicio, como el ejército de los cielos que no se puede contar, o como la arena del mar que no se puede calcular. (Jeremías 33, 22)
en ese caso ¡tampoco me preocuparé de la familia de Jacob y de David, mi servidor, ni tomaré más de entre sus descendientes a quienes gobiernen la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob; pues quiero que vuelvan de su cautiverio y demostrarles así compasión. (Jeremías 33, 26)
Entonces los devolveré al país que con juramento prometí a sus padres, Abraham, Isaac y Jacob, y lo poseerán; ahí los multiplicaré y ya no serán disminuidos; (Baruc 2, 34)
El rey dijo a Asfenaz, jefe de su personal, que trajera algunos israelitas de la descendencia de los reyes y de los nobles. (Daniel 1, 3)
No nos retires tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Israel, tu santo, (Daniel 3, 35)
Algunos años después se volverán aliados y la hija del rey del sur vendrá donde el rey del norte en cumplimiento de un convenio. Pero perderá su autoridad y no dejará descendencia, pues será muerta, ella y sus acompañantes, así como su hijo y su marido. (Daniel 11, 6)