Talált 160 Eredmények: descanso en el séptimo día

  • El séptimo mes del año ciento sesenta, con ocasión de las fiestas de los Tabernáculos, Jonatán vistió los ornamentos sagrados. También reclutó tropas y fabricó gran cantidad de armamentos. (1 Macabeos 10, 21)

  • Llegando a Jerusalén, simulando paz, esperó hasta el día sagrado del sábado. Entonces sorprendió a los judíos en su descanso. Ordenó a sus ayudantes que hicieran un desfile militar, (2 Macabeos 5, 25)

  • Ellos respondieron: «El propio Señor vivo, soberano del cielo, es el que ha mandado celebrar el día séptimo.» (2 Macabeos 15, 4)

  • ¡No concedas sueño a tus ojos ni descanso a tus párpados; (Proverbios 6, 4)

  • ¡Malvado, déjate de tramar algo malo en contra de la casa del justo; no vayas a perturbar su descanso! (Proverbios 24, 15)

  • Pero gozar del descanso cuando una mano está llena vale más que el tormento de llenar la otra mano. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 6)

  • No vio ni conoció el sol, pero descansó; en cambio el otro, no. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 5)

  • Como me dedicara a conocer y observase la condición del hombre en la tierra, vi que el ojo humano no tiene descanso de día ni de noche. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 16)

  • El justo en cambio, aunque muera prematuramente, encontrará su descanso. (Sabiduría 4, 7)

  • Porque al fin encontrarás en ella tu descanso y será tu alegría. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 28)

  • A lo mejor se dice a sí mismo: "Tengo bien ganado el descanso, ya puedo vivir con lo que he adquirido". Pero no sabe el tiempo que le queda, morirá y se lo dejará todo a otros. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 19)

  • Llora por un muerto: perdió la luz; llora por un tonto: perdió el espíritu. Laméntate menos por un muerto, porque encontró el descanso, pero la vida de un tonto es peor que la muerte. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 11)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina