Talált 218 Eredmények: culto a ídolos

  • Sabrán que soy Yavé cuando los muertos se amontonen al lado de los ídolos, cerca de sus altares, en todas las colinas elevadas, bajo cualquier árbol verde y bajo cualquier frondosa encina, doquiera hayan ofrecido a sus porquerías el buen olor del incienso. (Ezequiel 6, 13)

  • En su "Joya", que constituía su orgullo, pondrán sus miserables ídolos, y por ello yo se la convertiré en algo horroroso. (Ezequiel 7, 20)

  • Entro, observo y veo toda clase de reptiles y animales impuros que estaban grabados a lo largo del muro: todos los inmundos ídolos de la casa de Israel. (Ezequiel 8, 10)

  • Entrarán allí nuevamente y arrancarán todos los horrores, todos los ídolos. (Ezequiel 11, 18)

  • "Hijo de hombre, esos hombres tienen a sus ídolos arraigados en su corazón; están apegados a lo que los hace pecar. ¿Permitiré que me consulten? (Ezequiel 14, 3)

  • Les dirás pues esta palabra de Yavé: Si alguien en Israel lleva consigo sus ídolos y se apega a lo que lo hace pecar, que vaya no más a ver al profeta, yo Yavé le daré una respuesta apropiada a sus sucios ídolos. (Ezequiel 14, 4)

  • Dirás pues esta palabra de Yavé a la casa de Israel: Regresen a mí, apártense de sus ídolos y renuncien a sus crímenes. (Ezequiel 14, 6)

  • Yo, Yavé, responderé personalmente a cualquier israelita y a cualquier extranjero que vive en Israel, que vive alejado de mí, que sólo piensa en sus ídolos que lo inducen a pecar, y que después vaya al profeta para que me consulte. (Ezequiel 14, 7)

  • Ya que mostraste tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes, con todos tus ídolos abominables, ya que derramaste la sangre de tus hijos, (Ezequiel 16, 36)

  • no come la carne no desangrada, no vuelve sus ojos hacia los sucios ídolos de la casa de Israel, no ensucia a la mujer de su prójimo ni se acerca a una mujer durante su regla; no oprime a nadie, devuelve la garantía al que le debía, no comete robos, da su pan al que tiene hambre y le pone ropa al que está desnudo; no presta su dinero con interés, no cobra comisiones, aparta su mano de la injusticia, juzga conforme a la verdad cualquier problema entre un hombre y su prójimo; (Ezequiel 18, 6)

  • que su padre no cometió. Come la carne sin desangrar, ensucia a la mujer de su prójimo, trata violentamente al pobre y al indigente, roba, no devuelve la garantía que se le pasó, vuelve su mirada hacia los sucios ídolos y comete el crimen, (Ezequiel 18, 11)

  • No come la carne sin desangrar, no vuelve su mirada hacia los sucios ídolos de la casa de Israel, no ensucia a la mujer de su prójimo, (Ezequiel 18, 15)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina