Talált 905 Eredmények: cuarenta años en el desierto

  • Por esta razón los dispersé entre naciones desconocidas para ellos y a sus espaldas dejaron un país desolado y sin alma viviente. Por culpa de ellos un país fértil se convirtió en un desierto. (Zacarías 7, 14)

  • Así habla Yavé de los ejércitos: «Los ancianos y las viejas volverán a sentarse en las plazas de Jerusalén, apoyándose en su bastón por el peso de los años. (Zacarías 8, 4)

  • Pues bien, yo le tuve cariño a Jacob, pero le tomé odio a Esaú; si no, miren cómo dejé sus montañas desoladas y abandoné sus tierras a los chacales del desierto. (Malaquías 1, 3)

  • Herodes se enojó muchísimo cuando se dio cuenta que los Magos lo habían engañado, y fijándose en la fecha que ellos le habían dicho, ordenó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores. (Evangelio según San Mateo 2, 16)

  • Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea; (Evangelio según San Mateo 3, 1)

  • Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. (Evangelio según San Mateo 3, 3)

  • El Espíritu condujo a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo, (Evangelio según San Mateo 4, 1)

  • y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre. (Evangelio según San Mateo 4, 2)

  • Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. (Evangelio según San Mateo 9, 20)

  • Una vez que se fueron los mensajeros, Jesús comenzó a hablar de Juan a la gente: «Cuando ustedes fueron al desierto, ¿qué iban a ver? ¿Una caña agitada por el viento? (Evangelio según San Mateo 11, 7)

  • Sus discípulos le respondieron: «Estamos en un desierto, ¿dónde vamos a encontrar suficiente pan como para alimentar a tanta gente?» (Evangelio según San Mateo 15, 33)

  • Por tanto, si alguien les dice: ¡Está en el desierto!, no vayan. Si dicen: ¡Está en tal lugar retirado!, no lo crean. (Evangelio según San Mateo 24, 26)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina