Talált 2750 Eredmények: construir casa sobre arena
y si desean saber más, que se lo pregunten en casa a su marido. Es feo que la mujer hable en la asamblea. (1º Carta a los Corintios 14, 35)
Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. (1º Carta a los Corintios 16, 19)
Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. (2º Carta a los Corintios 1, 5)
Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu. (2º Carta a los Corintios 3, 18)
Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)
Eso mismo nos mantiene inquietos y anhelamos el día en que nos pongan esa casa celestial por encima de la actual, (2º Carta a los Corintios 5, 2)
Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. (2º Carta a los Corintios 5, 9)
Rogarán a Dios por ustedes y les tendrán cariño por la maravillosa gracia que derramó sobre ustedes. (2º Carta a los Corintios 9, 14)
Además de estas y otras cosas, pesa sobre mí la preocupación por todas las Iglesias. (2º Carta a los Corintios 11, 28)
Por el contrario, pesa una maldición sobre todos los que se van a las observancias, pues está escrito: Maldito el que no cumple siempre todo lo que está escrito en la Ley. (Carta a los Gálatas 3, 10)
Ahora yo digo: mientras el hijo del dueño de casa es aún niño, no tiene ninguna ventaja sobre los esclavos, a pesar de que es dueño de todos ellos. (Carta a los Gálatas 4, 1)
Que cada uno examine sus propias obras y, si siente algún orgullo por ellas, que lo guarde para sí y no lo haga pesar sobre los demás. (Carta a los Gálatas 6, 4)