Talált 549 Eredmények: camino estrecho
Al llegar a la otra orilla, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y vinieron a su encuentro. Eran hombres tan salvajes que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. (Evangelio según San Mateo 8, 28)
Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. (Evangelio según San Mateo 9, 20)
A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! (Evangelio según San Mateo 10, 7)
Este es el hombre de quien la escritura dice: Yo voy a enviar mi mensajero delante de ti, para que te preceda abriéndote el camino. (Evangelio según San Mateo 11, 10)
Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron. (Evangelio según San Mateo 13, 4)
Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino. (Evangelio según San Mateo 13, 19)
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de esta gente, pues hace ya tres días que me siguen y no tienen comida. Y no quiero despedirlos en ayunas, porque temo que se desmayen en el camino.» (Evangelio según San Mateo 15, 32)
Jesús les impuso las manos y continuó su camino. (Evangelio según San Mateo 19, 15)
Mientras iban subiendo a Jerusalén, Jesús tomó aparte a los Doce y les dijo por el camino: (Evangelio según San Mateo 20, 17)
En algún momento, dos ciegos estaban sentados a la orilla del camino, y al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!» (Evangelio según San Mateo 20, 30)
Había muchísima gente; extendían sus mantos en el camino, o bien cortaban ramas de árboles, con las que cubrían el suelo. (Evangelio según San Mateo 21, 8)
Divisando una higuera cerca del camino, se acercó, pero no encontró más que hojas. Entonces dijo a la higuera: «¡Nunca jamás volverás a dar fruto!» Y al instante la higuera se secó. (Evangelio según San Mateo 21, 19)