Talált 127 Eredmények: batalla de Amasías

  • Entonces se enojó Yavé contra Amasías y le mandó un profeta a decirle: «¿Por qué has ido a buscar a los dioses de ese pueblo, que no han podido librar de tu mano a su propia gente?» (2 Crónicas 25, 15)

  • Mientras él le hablaba, Amasías lo interrumpió: «¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate!, no sea que yo dé la orden de matarte.» Entonces el profeta terminó con estas palabras: «Ya veo que Dios ha determinado destruirte, porque después de actuar así no quieres escuchar mis advertencias.» (2 Crónicas 25, 16)

  • Amasías, rey de Judá, después de haber consultado, mandó mensajeros a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, para decirle: «Sube y nos veremos las caras.» (2 Crónicas 25, 17)

  • Pero Joás, rey de Israel, mandó decir a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro el Líbano: Dame tu hija para mujer de mi hijo. Pero las bestias salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Crónicas 25, 18)

  • Pero Amasías no lo escuchó, pues Dios había decidido entregarlo en manos de sus enemigos, por haberse dirigido a los dioses de Edom. (2 Crónicas 25, 20)

  • Subió Joás, rey de Israel, y se enfrentaron, él y Amasías, rey de Judá, en Bet-Semes de Judá. (2 Crónicas 25, 21)

  • Joás, rey de Israel, capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, en Bet-Semes, y lo llevó a Jerusalén; y echó abajo la muralla de Jerusalén, desde la puerta de Efraím hasta la puerta del Angulo. (2 Crónicas 25, 23)

  • Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. (2 Crónicas 25, 25)

  • Lo demás referente a Amasías, del comienzo al fin, ¿no está escrito en el libro de los Reyes de Judá y de Israel? (2 Crónicas 25, 26)

  • Después de que Amasías se apartó de Yavé, se conjuraron contra él en Jerusalén, por lo que huyó a Laquis; pero mandaron gente en su persecución hasta Laquis y allí lo mataron. (2 Crónicas 25, 27)

  • Todo el pueblo de Judá tomó a Ozías, que tenía dieciséis años, y lo proclamaron rey en lugar de su padre, Amasías. (2 Crónicas 26, 1)

  • Hizo lo que es bueno delante de Yavé, como lo había hecho su padre, Amasías. (2 Crónicas 26, 4)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina