Talált 232 Eredmények: Viene
Ahora viene lo referente al trabajo obligatorio que el rey estableció para construir la Casa de Yavé, el palacio real, el terraplén, la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Gazer, (1 Reyes 9, 15)
Pero Yavé le había dicho: «La esposa de Jeroboam viene a ti, haciéndose pasar por otra, para consultar acerca de su hijo enfermo. Cuando ella entre, le dirás esto.» (1 Reyes 14, 5)
«Yo soy», respondió Elías. «Vete a decir a tu señor: Ahí viene Elías.» (1 Reyes 18, 8)
El profeta volvió donde el rey de Israel para decirle: «Ten ánimo, reflexiona y prepárate, porque el año que viene, el rey de Aram volverá a atacarte.» (1 Reyes 20, 22)
Llegó al monte Carmelo, donde el hombre de Dios. Eliseo la vio de lejos y dijo a su muchacho: «Ahí viene nuestra sunamita. (2 Reyes 4, 25)
Estaba hablando todavía con ellos, cuando llegó el rey. Este dijo: «Todo este mal viene de Yavé. ¿Cómo he de confiar todavía en él?» (2 Reyes 6, 33)
Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: «Levántate y vete con tu familia a vivir a otra parte, donde mejor te parezca, porque Yavé ha llamado el hambre y viene ya sobre el país para siete años.» (2 Reyes 8, 1)
El guardia avisó de nuevo: «Ha llegado hasta ellos y no regresa; pero el modo de andar del que viene se parece al de Jehú, hijo de Nimsí, pues conduce como un loco.» (2 Reyes 9, 20)
Joás dijo a los sacerdotes:«Todo el dinero de las contribuciones sagradas que la gente viene a ofrecer a la Casa de Yavé, el dinero en efectivo, el que se ofrece como rescate de las personas y el que libre y voluntariamente trae cada cual a la Casa de Yavé, (2 Reyes 12, 5)
Y salten de gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene para juzgar a la tierra. (1 Crónicas 16, 33)
¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo para que tengamos con qué ofrecerte todo esto? Porque todo viene de ti, y de tu mano proviene lo que te damos. (1 Crónicas 29, 14)
Yavé, Dios nuestro, todo lo que amontonamos para edificar una Casa para tu Santo Nombre viene de tu mano; todo es tuyo. (1 Crónicas 29, 16)