Talált 185 Eredmények: Suelo
los cascos de tus caballos resonarán en tus baldosas. Matarán a tu pueblo a filo de espada y tus columnas de piedra serán echadas al suelo. (Ezequiel 26, 11)
Entonces descenderán de sus tronos todos los príncipes, se quitarán su manto y dejarán su traje de fiesta. Se pondrán ropa de luto y se sentarán en el suelo. Se sentirán impactados por el estupor al pensar en ti y se quedarán temblando. (Ezequiel 26, 16)
Estabas muy orgulloso de tu belleza:tu belleza te hizo perder la sabiduría;por eso te tiré al suelo,para que fueras un espectáculo para los reyes de la tierra. (Ezequiel 28, 17)
De tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado;hice brotar fuego de ti que te devoró;no dejé de ti más que cenizas por el suelo,en presencia de los que te miraban. (Ezequiel 28, 18)
Te arrojaré al suelo seco junto con los peces de tus canales, quedarás tirado en el suelo sin que nadie te levante o recoja. Te entregaré como carroña a las fieras de la tierra y a los pájaros del cielo. (Ezequiel 29, 5)
Te dejaré botado en el suelo, te esparciré por los campos, haré que sobre ti bajen los pájaros del cielo, las fieras de la tierra te devorarán. (Ezequiel 32, 4)
Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos. (Ezequiel 37, 2)
Ante mí temblarán los peces del mar, las aves del cielo, los animales del campo, todos los reptiles que se arrastran por el suelo y todos los hombres que están en la tierra. Las montañas se hundirán, los acantilados se derrumbarán y todas las fortificaciones caerán". (Ezequiel 38, 20)
Rodarás por el suelo en plena campaña, yo lo digo - palabra de Yavé. (Ezequiel 39, 5)
las ventanas con rejillas y las entradas con sus tres piezas estaban todas revestidas de madera preciosa, desde el suelo hasta las ventanas. (Ezequiel 41, 16)
En el muro se habían representado querubines y palmas desde el suelo hasta encima de la entrada. (Ezequiel 41, 20)
Esa visión era semejante a la que había tenido cuando Yavé llegó para destruir la ciudad; también era parecida a la visión que había tenido a orillas del río Quebar; me tiré de bruces al suelo. (Ezequiel 43, 3)