Talált 148 Eredmények: Simón

  • Pero cuando Trifón supo que Simón había tomado el mando en lugar de su hermano Jonatán y que estaba dispuesto a luchar contra él, le mandó algunos mensajeros, (1 Macabeos 13, 14)

  • Simón comprendió que Trifón trataba de engañarlo, pero con todo mandó que se le entregaran el dinero y los niños, por no atraer sobre sí el odio del pueblo de Israel, el cual habría dicho: (1 Macabeos 13, 17)

  • «Mataron a Jonatán porque Simón se negó a enviarles el dinero y a los niños.» (1 Macabeos 13, 18)

  • Después de esto, Trifón avanzó para invadir Judea y saquearla. Dieron la vuelta por el camino de Adora, pero Simón con su ejército se le oponía por donde pasaba. (1 Macabeos 13, 20)

  • Simón mandó a buscar los restos de Jonatán y los enterró en Modín, la ciudad de sus padres. (1 Macabeos 13, 25)

  • Simón construyó sobre el sepulcro de sus padres y de sus hermanos un monumento alto y visible desde muy lejos, adornado de mármoles en la fachada y en la parte posterior. (1 Macabeos 13, 27)

  • Simón, por su parte, reconstruyó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y grandes murallas con puertas y cerrojos y almacenó alimentos en ellas. (1 Macabeos 13, 33)

  • Simón escogió hombres que envió al rey Demetrio, intentando conseguir que la región fuera exenta de impuestos, dado que toda la actividad de Trifón había sido un continuo robo. (1 Macabeos 13, 34)

  • «El rey Demetrio saluda a Simón, Sumo Sacerdote, y Amigo del Rey, a los ancianos y a la nación de los judíos. (1 Macabeos 13, 36)

  • y comenzaron a escribir en los documentos y contratos: «El año primero de Simón, sumo sacerdote, general y jefe de los judíos.» (1 Macabeos 13, 42)

  • En aquellos días acampó Simón contra Gazer y la rodeó con su ejército. Construyó una torre móvil y la acercó a la ciudad, atacó una torre y la ocupó. (1 Macabeos 13, 43)

  • Los habitantes con sus mujeres e hijos subieron a las murallas, se rasgaron las vestiduras y a gritos clamaban a Simón, pidiendo la paz. (1 Macabeos 13, 45)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina