Talált 470 Eredmények: Sacerdote

  • Entró en la Casa de Dios, siendo sumo sacerdote Abiatar, y comió los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes; y les dio también a los que estaban con él.» (Evangelio según San Marcos 2, 26)

  • En ese momento uno de los que estaban con Jesús sacó la espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote cortándole una oreja. (Evangelio según San Marcos 14, 47)

  • Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y todos se reunieron allí; estaban los jefes de los sacerdotes, las autoridades judías y los maestros de la Ley. (Evangelio según San Marcos 14, 53)

  • Pedro lo había seguido de lejos hasta el patio interior del Sumo Sacerdote, y se sentó con los policías del Templo, calentándose al fuego. (Evangelio según San Marcos 14, 54)

  • Entonces el Sumo Sacerdote se levantó; pasó adelante y preguntó a Jesús: «¿No tienes nada que responder? ¿Qué es este asunto de que te acusan?» (Evangelio según San Marcos 14, 60)

  • Pero él guardaba silencio y no contestaba. De nuevo el Sumo Sacerdote le preguntó: «¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios Bendito?». (Evangelio según San Marcos 14, 61)

  • El Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras horrorizado y dijo: «¿Para qué queremos ya testigos? (Evangelio según San Marcos 14, 63)

  • Mientras Pedro estaba abajo, en el patio, pasó una de las sirvientas del Sumo Sacerdote. (Evangelio según San Marcos 14, 66)

  • Siendo Herodes rey de Judea, vivía allí un sacerdote llamado Zacarías. Pertenecía al grupo sacerdotal de Abías, y su esposa, llamada Isabel, era también descendiente de una familia de sacerdotes. (Evangelio según San Lucas 1, 5)

  • Y al instante le desapareció la lepra. Jesús le dio aviso que no lo dijera a nadie. «Vete, le dijo, preséntate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como ordenó Moisés, pues tienes que hacerles tu declaración.» (Evangelio según San Lucas 5, 14)

  • Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vió, tomó el otro lado y siguió. (Evangelio según San Lucas 10, 31)

  • Y uno de ellos hirió al servidor del sumo sacerdote cortándole la oreja derecha. (Evangelio según San Lucas 22, 50)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina