Talált 2285 Eredmények: Saúl y sus hijos

  • El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz. (Evangelio según San Lucas 16, 8)

  • Jesús respondió: «Yo les aseguro que ninguno dejará casa, esposa, hermanos, padre, o hijos a causa del Reino de Dios (Evangelio según San Lucas 18, 29)

  • Te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu Dios.» (Evangelio según San Lucas 19, 44)

  • «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si un hombre tiene esposa y muere sin dejar hijos, el hermano del difunto debe tomar a la viuda para darle un hijo, que tomará la sucesión del difunto. (Evangelio según San Lucas 20, 28)

  • Había, pues, siete hermanos. Se casó el primero y murió sin tener hijos. (Evangelio según San Lucas 20, 29)

  • Y así los siete, pues todos murieron sin dejar hijos. (Evangelio según San Lucas 20, 31)

  • Además ya no pueden morir, sino que son como ángeles. Son también hijos de Dios, por haber nacido de la resurrección. (Evangelio según San Lucas 20, 36)

  • Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. (Evangelio según San Lucas 23, 28)

  • Porque llegarán días en que se dirá: «Felices las mujeres que no tienen hijos. Felices las que no dieron a luz ni amamantaron.» (Evangelio según San Lucas 23, 29)

  • pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre (Evangelio según San Juan 1, 12)

  • Nuestro antepasado Jacob nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus animales; ¿eres acaso más grande que él?» (Evangelio según San Juan 4, 12)

  • Ellos le cortaron la palabra: «Nuestro padre es Abrahán.» Entonces Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de Abrahán, actuarían como Abrahán. (Evangelio según San Juan 8, 39)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina