Talált 358 Eredmények: Reyes Persas
Se han elegido reyes sin que esto viniera de mí; se han dado jefes que yo no conocía. Con su oro y su plata se han fabricado ídolos, y yo se los quitaré. (Oseas 8, 4)
Sin embargo, por más que se hayan hecho amigos en las naciones, pronto los voy a dispersar y dentro de poco no podrán ungir más reyes ni príncipes. (Oseas 8, 10)
Estas fueron las palabras de Yavé a Miqueas de Moreset en tiempos de Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá; y éstas, sus visiones sobre Samaria y Jerusalén. (Miqueas 1, 1)
Por eso tú deberás pagar una fianza por Moreset-Gat. Betaksib será una trampa para los reyes de Israel. (Miqueas 1, 14)
Este pueblo se burla de los reyes, se ríe de los soberanos; no le importan las ciudades fortificadas, pues levanta terraplenes y se apodera de ellas. (Habacuc 1, 10)
Sus reyes en medio de ella son como leones que rugen; sus gobernantes son como lobos nocturnos que no guardan ni un hueso para el día siguiente. (Sofonías 3, 3)
Derribaré los tronos de los reyes y destruiré el poderío de las naciones. Volcaré al carro con su conductor; rodarán por el suelo los caballos y sus jinetes. Se matarán unos a otros. (Ageo 2, 22)
Salomón fue padre de Roboam, que fue padre de Abías. Luego vienen los reyes Asá, (Evangelio según San Mateo 1, 7)
Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos. (Evangelio según San Mateo 10, 18)
Pedro respondió: «Claro que sí». Y se fue a casa. Cuando entraba, se anticipó Jesús y le dijo: «Dame tu parecer, Simón. ¿Quiénes son los que pagan impuestos o tributos a los reyes de la tierra: sus hijos o los que no son de la familia?» (Evangelio según San Mateo 17, 25)
Pero ustedes preocúpense de sí mismos, porque van a ser apresados y entregados a los tribunales judíos, serán azotados en las sinagogas y tendrán que presentarse ante los gobernadores y reyes por mi causa, para ser mis testigos ante ellos. (Evangelio según San Marcos 13, 9)
Porque yo les digo, que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.» (Evangelio según San Lucas 10, 24)