Talált 187 Eredmények: Piedras

  • Estas piedras llevarán los nombres de los hijos de Israel; doce nombres estarán grabados en ellas, según las doce tribus: en cada piedra, un nombre. (Exodo 28, 21)

  • y tallar tanto las piedras preciosas como la madera: es entendido en toda clase de trabajos. (Exodo 31, 5)

  • Más bien destruye sus altares, quiebra sus piedras levantadas y corta sus troncos sagrados. (Exodo 34, 13)

  • piedras de ónice y piedras de engaste para el Efod y el Pectoral. (Exodo 35, 9)

  • Los jefes trajeron piedras ágatas y engaste para el Efod y el Pectoral, (Exodo 35, 27)

  • y tallar tanto las piedras preciosas como la madera. Es entendido en toda clase de trabajos. (Exodo 35, 33)

  • Prepararon igualmente las piedras ónices engastadas en oro y grabadas, como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de Israel; (Exodo 39, 6)

  • las colocaron sobre las hombreras del Efod, como piedras que sirvieran para recordar a los hijos de Israel, según había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 7)

  • Llevaba cuatro filas de piedras; en la primera fila había un sardio, un topacio y una esmeralda; (Exodo 39, 10)

  • Las piedras eran doce, correspondientes a los nombres de los hijos de Israel, y grabadas cada piedra con el nombre de cada uno de ellos conforme a las doce tribus. (Exodo 39, 14)

  • mandará arrancar las piedras manchadas y arrojarlas fuera de la ciudad en un lugar impuro. (Levítico 14, 40)

  • Luego tomarán piedras y las colocarán en el lugar de las primeras, y también mezcla nueva para revocar la casa. (Levítico 14, 42)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina