Talált 28 Eredmények: Persiguieron
Pero los Amalecitas y los Cananeos bajaron de sus montañas, los derrotaron y los persiguieron hasta Jorma. (Números 14, 45)
Entonces los amorreos, habitantes de aquellos cerros, les salieron al encuentro, los persiguieron como hacen las abejas y los acuchillaron desde Seir hasta Jorma. (Deuteronomio 1, 44)
Yavé los derrotó. Los israelitas reportaron una gran victoria en Gabaón y los persiguieron por la subida de Betorón hasta llegar a Azecá y Maquedá. (Josué 10, 10)
Yavé se los entregó, de manera que los israelitas los derrotaron y los persiguieron hasta Sidón la Grande y Misrefot y, por el este, hasta Mizpá, sin dejar a nadie con vida. (Josué 11, 8)
Hice, pues, salir de Egipto a sus padres, y ustedes llegaron al mar. Los persiguieron los egipcios con carros y caballos hasta el mar Rojo. (Josué 24, 6)
El señor de Bezec se dio a la fuga, pero ellos lo persiguieron, le echaron mano y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. (Jueces 1, 6)
Hicieron prisioneros a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb; mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb, en el lagar de Zeeb. Persiguieron a Madián y llevaron a Gedeón, al otro lado del Jordán, las cabezas de Oreb y Zeeb. (Jueces 7, 25)
Así envolvieron a Benjamín, lo persiguieron sin descanso y lo aplastaron hasta llegar frente a Guibea por el oriente. (Jueces 20, 43)
Los sobrevivientes volvieron la espalda y huyeron hacia el desierto, hacia la peña de Rimmón. Pero hubo como cinco mil que fueron ejecutados en los caminos. Luego persiguieron a Benjamín hasta Guideón y mataron dos mil hombres. (Jueces 20, 45)
Estos persiguieron a los filisteos, desde Mizpá hasta más abajo de Betcar. (1 Samuel 7, 11)
Todos los israelitas que se habían escondido en la montaña de Efraím, al saber que los filisteos huían, los persiguieron. (1 Samuel 14, 22)
Los hombres de Israel y de Judá se pusieron en movimiento y, lanzando el grito de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Acarón. Y los cadáveres de los filisteos quedaron esparcidos por todo el camino, desde Saarayim hasta Gat y Acarón. (1 Samuel 17, 52)