Talált 72 Eredmények: Pascua

  • Y comerán así: con el traje puesto, las sandalias en los pies y el bastón en la mano. Ustedes no se demorarán en comerlo: es una pascua en honor de Yavé. (Exodo 12, 11)

  • Moisés, pues, llamó a los jefes de Israel y les dijo: «No demoren en buscar una res para cada una de sus familias e inmolen la Pascua. (Exodo 12, 21)

  • les responderán: Este es el sacrificio de la Pascua para Yavé, que pasó de largo por las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando mató a los egipcios, dejando a salvo nuestras casas.» Al oír esto, todo el pueblo se postró y adoró. (Exodo 12, 27)

  • Yavé dijo a Moisés y a Aarón: «Estos son los ritos para la celebración de la Pascua. Ningún extranjero comerá de ella, (Exodo 12, 43)

  • No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mis víctimas y no quedará hasta el otro día la víctima de la fiesta de Pascua. (Exodo 34, 25)

  • El día catorce del mes primero, al anochecer, es la Pascua de Yavé. (Levítico 23, 5)

  • «Que los hijos de Israel celebren la Pascua a su tiempo. (Números 9, 2)

  • Moisés, pues, dijo a los hijos de Israel que celebraran la Pascua (Números 9, 4)

  • Pero sucedió que algunos hombres estaban impuros por haber tocado un cadáver humano y no pudieron celebrar la Pascua aquel día. Se presentaron a Moisés y Aarón el mismo día, (Números 9, 6)

  • «Di a los hijos de Israel: Si uno de ustedes o de los descendientes de ustedes está impuro por haber tocado un cadáver, o está de viaje en tierra lejana, esto no le impedirá que celebre la Pascua de Yavé. (Números 9, 10)

  • y no dejarán nada de él para el otro día ni le quebrarán hueso alguno. Observarán todas las ceremonias de la Pascua. (Números 9, 12)

  • En cambio el que, encontrándose puro y no estando de viaje deje de celebrar la Pascua, será eliminado de entre los suyos por no haber ofrecido a su tiempo la ofrenda de Yavé. Así pagará la pena de su pecado. (Números 9, 13)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina