Talált 191 Eredmények: Pablo en Corinto

  • Entonces Saulo, que no es otro que Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijó en él sus ojos (Hecho de los Apóstoles 13, 9)

  • Pablo y sus compañeros se embarcaron en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Allí Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén, (Hecho de los Apóstoles 13, 13)

  • Pablo, pues, se levantó, hizo señal con la mano pidiendo silencio y dijo: «Hijos de Israel y todos ustedes que temen a Dios, escuchen: (Hecho de los Apóstoles 13, 16)

  • Al salir Pablo y Bernabé de la sinagoga, les rogaban que de nuevo les volvieran a hablar de este tema el sábado siguiente. (Hecho de los Apóstoles 13, 42)

  • Y cuando se dispersó la asistencia, muchos judíos y de los que temen a Dios les siguieron. Pablo y Bernabé continuaron conversando con ellos, y los exhortaban a perseverar en la gracia de Dios. (Hecho de los Apóstoles 13, 43)

  • El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió para escuchar a Pablo, que les habló largamente del Señor. (Hecho de los Apóstoles 13, 44)

  • Los judíos se llenaron de envidia al ver todo aquel gentío y empezaron a contradecir con insultos lo que Pablo decía. (Hecho de los Apóstoles 13, 45)

  • Entonces Pablo y Bernabé les hablaron con coraje: «Era necesario que la Palabra de Dios fuera anunciada a ustedes en primer lugar. Pues bien, si ustedes la rechazan y se condenan a sí mismos a no recibir la vida eterna, sepan que ahora nos dirigimos a los que no son judíos. (Hecho de los Apóstoles 13, 46)

  • Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas de entre las que temían a Dios y también a los hombres importantes de la ciudad y promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta que los echaron de su territorio. (Hecho de los Apóstoles 13, 50)

  • En Iconio ocurrió lo mismo. Pablo y Bernabé entraron en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que un gran número de judíos y griegos abrazaron la fe. (Hecho de los Apóstoles 14, 1)

  • Un día, como escuchaba el discurso de Pablo, éste fijó en él su mirada y vio que aquel hombre tenía fe para ser sanado. (Hecho de los Apóstoles 14, 9)

  • Al ver la gente lo que Pablo había hecho, comenzó a gritar en la lengua de Licaonia: «¡Los dioses han venido a nosotros en forma de hombres!» (Hecho de los Apóstoles 14, 11)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina