Talált 440 Eredmények: Otros

  • No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad. (2º Carta a los Corintios 8, 8)

  • No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad. (2º Carta a los Corintios 8, 13)

  • No llegamos con grandes pretensiones adonde otros han trabajado. Al contrario, esperamos que mientras más crezca su fe, también crezcamos nosotros gracias a ustedes, según nuestra propia pauta. (2º Carta a los Corintios 10, 15)

  • Quiero decir que llevaremos el Evangelio más allá de ustedes en vez de buscar fama donde el trabajo ya está hecho, que es la pauta de los otros. (2º Carta a los Corintios 10, 16)

  • Empiezo ya a sentir vergüenza: nosotros fuimos demasiado blandos. Pero si otros son tan atrevidos, hablo como un loco, ¿por qué yo no? (2º Carta a los Corintios 11, 21)

  • Salúdense los unos a los otros con el beso santo. (2º Carta a los Corintios 13, 12)

  • Cuando advertí que no andaban derecho según la verdad del Evangelio, le dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que has nacido judío, te has pasado del modo de vivir de los judíos al de los otros pueblos, ¿por qué ahora impones a esos pueblos el modo de vivir de los judíos? (Carta a los Gálatas 2, 14)

  • En otros tiempos no conocían a Dios y sirvieron a los que no son dioses; (Carta a los Gálatas 4, 8)

  • Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros. (Carta a los Gálatas 5, 13)

  • Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡cuidado!, que llegarán a perderse todos. (Carta a los Gálatas 5, 15)

  • Lleven las cargas unos de otros, y así cumplirán la ley de Cristo. (Carta a los Gálatas 6, 2)

  • Sean humildes, amables, comprensivos, y sopórtense unos a otros con amor. (Carta a los Efesios 4, 2)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina