Talált 843 Eredmények: Moisés y serpiente
Yavé entonces le dijo: «¡Tómala por la cola con tu mano!» Moisés la agarró, y volvió a ser un bastón en su mano. (Exodo 4, 4)
Y si no creen todavía con los dos prodigios y no te hacen caso, toma agua del río y derrámala; en cuanto toque el suelo, el agua del río se convertirá en sangre.»Aarón, intérprete de Moisés (Exodo 4, 9)
Moisés dijo a Yavé: «Mira, Señor, que yo nunca he tenido facilidad para hablar, y no me ha ido mejor desde que hablas a tu servidor: mi boca y mi lengua no me obedecen.» (Exodo 4, 10)
Pero él insistió: «Por favor, Señor, ¿por qué no mandas a otro?» Esta vez Yavé se enojó con Moisés y le dijo: «¿No tienes a tu hermano Aarón, el levita? Bien sé yo que a él no le faltan las palabras. (Exodo 4, 14)
Yavé dijo a Moisés, en el país de Madián: «Regresa a Egipto, pues ya murieron los que querían tu muerte.» (Exodo 4, 19)
Moisés, pues, volvió a casa de su suegro Jetró y le dijo: «Yo quisiera irme donde mis hermanos, en Egipto, para saber si están vivos todavía.» Jetró le respondió: «Que te vaya bien.» (Exodo 4, 18)
Tomó Moisés a su esposa y a sus hijos. Los hizo montar en un burro y partió para Egipto, llevando en la mano el bastón divino. (Exodo 4, 20)
Cuando Moisés iba de camino, el Angel de Yavé se le presentó en el lugar donde pasaba la noche, con intención de quitarle la vida. (Exodo 4, 24)
Tomó entonces Séfora un cuchillo de piedra y, cortando el prepucio de su hijo, tocó él los pies de Moisés. Luego dijo: «Tú eres para mí un esposo de sangre.» (Exodo 4, 25)
Mientras tanto, Yavé había dicho a Aarón: «Sal al encuentro de Moisés, en el desierto.» Así que partió Aarón, lo encontró en el Monte de Dios y lo besó. (Exodo 4, 27)
Moisés contó a Aarón todas las palabras que Yavé le había dirigido y los prodigios que le había enseñado. (Exodo 4, 28)
Moisés y Aarón, pues, partieron juntos a Egipto, donde reunieron a todos los jefes de los hijos de Israel. (Exodo 4, 29)