Talált 52 Eredmények: María Magdalena
Apenas Marta supo que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María permanecía en casa. (Evangelio según San Juan 11, 20)
Después Marta fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está aquí y te llama.» (Evangelio según San Juan 11, 28)
Apenas lo oyó, María se levantó rápidamente y fue a donde él. (Evangelio según San Juan 11, 29)
Los judíos que estaban con María en la casa consolándola, al ver que se levantaba a prisa y salía, pensaron que iba a llorar al sepulcro y la siguieron. (Evangelio según San Juan 11, 31)
Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Evangelio según San Juan 11, 32)
Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó. (Evangelio según San Juan 11, 33)
Muchos judíos que habían ido a casa de María creyeron en Jesús al ver lo que había hecho. (Evangelio según San Juan 11, 45)
María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. (Evangelio según San Juan 12, 3)
Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. (Evangelio según San Juan 19, 25)
El primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. (Evangelio según San Juan 20, 1)
María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro (Evangelio según San Juan 20, 11)
Jesús le dijo: «María». Ella se dio la vuelta y le dijo: «Rabboní», que quiere decir «Maestro». (Evangelio según San Juan 20, 16)