Talált 346 Eredmények: Mandó
Simón le mandó dos mil hombres escogidos para ayudarlo en la lucha, además de plata, oro y abundante material. (1 Macabeos 15, 26)
Tolomeo, hijo de Abubos, era general con mando en la llanura de Jericó. Tenía mucha plata y oro (1 Macabeos 16, 11)
Mandó también otros a Gazer con la orden de matar a Juan, y solicitó por carta de los comandantes de las tropas judías que vinieran donde él, prometiéndoles plata, oro y regalos. (1 Macabeos 16, 19)
Mandó después a otros para que se apoderaran de Jerusalén y del monte del Templo. (1 Macabeos 16, 20)
Pasados muchos años, cuando a Dios le pareció bien, Nehemías, despedido por el rey de Persia, mandó que los descendientes de los sacerdotes que habían escondido el fuego, lo fueran a buscar. Pero, como ellos informaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso, (2 Macabeos 1, 20)
él les mandó que lo sacaran y trajeran. Cuando estuvo dispuesto el sacrificio sobre el altar, Nehemías mandó a los sacerdotes que rociaran con aquel líquido la leña y lo que habían colocado sobre ella. (2 Macabeos 1, 21)
Nehemías mandó derramar el líquido sobrante sobre unas grandes piedras. (2 Macabeos 1, 31)
Entonces el rey, después de comprobar tal hecho, mandó levantar una cerca y decretó que sería lugar sagrado. (2 Macabeos 1, 34)
Se encuentra en los archivos que el profeta Jeremías mandó a los desterrados que tomaran el fuego, como ya lo dijimos. (2 Macabeos 2, 1)
Apolonio se entrevistó con el rey y lo informó de las citadas riquezas; éste mandó a Heliodoro, encargado de sus negocios, con una carta que lo autorizaba para trasladar aquellos tesoros. (2 Macabeos 3, 7)
aunque Sóstrato, comandante de la fortaleza, se lo reclamaba, pues el rey lo había encargado de cobrar los impuestos. Así que el rey mandó a llamar a ambos. (2 Macabeos 4, 28)
Mandó a sus soldados que matasen sin compasión a cuantos encontraran y degollaran también a todos los que se refugiaran en sus casas. (2 Macabeos 5, 12)