Talált 27 Eredmények: Lisias

  • Lisias, que era hombre inteligente, reflexionando sobre la derrota que había sufrido, comprendió que los hebreos eran invencibles, porque el Dios poderoso luchaba con ellos. (2 Macabeos 11, 13)

  • El Macabeo aceptó la oferta de Lisias, mirando el bien común. En efecto, el rey concedió todo cuanto el Macabeo exigió a Lisias por escrito. (2 Macabeos 11, 15)

  • La carta de Lisias decía así: «Lisias, al pueblo judío, salud. (2 Macabeos 11, 16)

  • La carta del rey decía lo siguiente: «El rey Antíoco saluda a su hermano Lisias. (2 Macabeos 11, 22)

  • Todo lo que Lisias, pariente del rey, les ha concedido, también nos parece bien a nosotros. (2 Macabeos 11, 35)

  • Referente a lo que Lisias creyó conveniente informar y consultar con el rey, (2 Macabeos 11, 36)

  • Concluidos estos pactos, Lisias volvió junto al rey y los judíos comenzaron a dedicarse a las labores del campo. (2 Macabeos 12, 1)

  • Después de haber derrotado y destruido a estos enemigos, dirigió una expedición contra la ciudad amurallada de Efrón, donde se había establecido Lisias con gente de todas las razas. Jóvenes robustos, apostados ante las murallas, combatían con valor. En el interior había muchas reservas de máquinas y proyectiles de guerra. (2 Macabeos 12, 27)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. (2 Macabeos 13, 2)

  • Pero el Rey de Reyes despertó la ira de Antíoco contra ese malvado, cuado Lisias hizo ver al rey que Menelao era la causa de todos los males. Entonces, el rey ordenó que lo llevaran a Berea y le dieran muerte según la costumbre de aquel lugar. (2 Macabeos 13, 4)

  • Pero Lisias subió a la tribuna para defender lo que había decidido; los persuadió, los tranquilizó, los dejó bien dispuestos y partió para Antioquía. Esto es lo que sucedió con la expedición y la retirada del rey. (2 Macabeos 13, 26)

  • que se había hecho dueño del reino y había dado muerte a Antíoco y a su tutor Lisias. (2 Macabeos 14, 2)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina