Talált 2103 Eredmények: Jesús convierte agua en vino

  • lo tomaron y lo arrojaron a una cisterna que estaba seca, sin agua. (Génesis 37, 24)

  • Una noche, tanto el que preparaba las bebidas, como el panadero principal del rey de Egipto, tuvieron ambos un sueño en la prisión, y cada sueño requería una interpretación. , Cuando José los vino a ver por la mañana, se dio cuenta de que estaban muy preocupados. (Génesis 40, 5)

  • El hombre los hizo entrar en la casa de José y les dio agua para que se lavaran los pies, y mandó dar forraje a sus burros. (Génesis 43, 24)

  • Amarra en la vid a su burrito, y a la cepa el hijito de su burra. Lava en el vino su túnica y en la sangre de los racimos su manto. (Génesis 49, 11)

  • Sus ojos están encandilados de vino y sus dientes más blancos que la leche. (Génesis 49, 12)

  • Vinieron una niñas para sacar agua, eran las siete hijas de un sacerdote de Madián. Como llenaran las piletas para dar de beber a las ovejas de su padre, (Exodo 2, 16)

  • Ellas contestaron: «Un egipcio nos ha defendido de los pastores y además nos sacó agua y dio de beber al rebaño.» (Exodo 2, 19)

  • Y si no creen todavía con los dos prodigios y no te hacen caso, toma agua del río y derrámala; en cuanto toque el suelo, el agua del río se convertirá en sangre.»Aarón, intérprete de Moisés (Exodo 4, 9)

  • Los peces del río murieron y el río quedó contaminado, de tal manera que los egipcios no pudieron beber más agua del Nilo. Y hubo sangre en todo el país de Egipto. (Exodo 7, 21)

  • Pero, mientras tanto, los egipcios tuvieron que cavar pozos en los alrededores del río en busca de agua potable, porque no podían beber del río. (Exodo 7, 24)

  • El Angel de Dios que iba delante de los israelitas pasó detrás de ellos; también la nube en forma de columna vino a colocarse detrás, (Exodo 14, 19)

  • Moisés hizo partir a los israelitas del Mar Rojo y fueron al desierto de Sur. Allí anduvieron tres días por el desierto sin encontrar agua. (Exodo 15, 22)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina