Talált 644 Eredmények: Hermanos

  • Cam, padre de Canaán, vio que su padre estaba desnudo y fue a decírselo a sus dos hermanos que estaban fuera. (Génesis 9, 22)

  • «¡Maldito sea Canaán! ¡Será esclavo de los esclavos de sus hermanos! (Génesis 9, 25)

  • Así pues, Abram le dijo a Lot: «Mira, es mejor que no haya peleas entre nosotros, ni entre mis pastores y los tuyos, ya que somos hermanos. (Génesis 13, 8)

  • Él será un hombre feroz, que se levantará contra todos y todos se levantarán contra él, y plantará su tienda desafiante frente a la de sus hermanos.» (Génesis 16, 12)

  • y les dijo: «Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. (Génesis 19, 7)

  • Sus descendientes permanecieron en la región que se extiende desde Havilá hasta Sur, frente a Egipto, en dirección a Asur. Se mantienen a distancia de todos sus hermanos. (Génesis 25, 18)

  • Que te sirvan los pueblos y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos, que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Sea maldito quien te maldiga, y bendito quien te bendiga." (Génesis 27, 29)

  • Respondió Isaac: «Lo he hecho tu señor y señor de todos tus hermanos. Lo he abastecido de trigo y vino. Después de esto, ¿qué quieres que haga por ti, hijo mío?» (Génesis 27, 37)

  • Jacob dijo a los pastores: «Hermanos, ¿de dónde son ustedes?» Contestaron: «Somos de Jarán.» (Génesis 29, 4)

  • Pero eso sí, al que descubras que tiene en su poder tus dioses, ése morirá. En presencia de nuestros hermanos, revisa todo lo que yo tengo, y si reconoces algo tuyo, llévatelo.» Pero Jacob ignoraba que Raquel había robado los ídolos. (Génesis 31, 32)

  • Entonces Jacob juró por el Dios Terrible de su padre Isaac. Jacob ofreció un sacrificio en el monte y convidó a comer a todos sus hermanos. Comieron y pasaron la noche en el monte. (Génesis 31, 54)

  • Siquem dijo al padre y a los hermanos de Dina: «Les ruego que me perdonen. Yo les daré todo lo que ustedes me pidan. (Génesis 34, 11)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina