Talált 47 Eredmények: Compañeros

  • Los compañeros de Nehemías llamaron a aquel lugar «Neftar», que significa purificación, pero muchos lo siguieron llamando «Nafta». (2 Macabeos 1, 36)

  • Cuando se presentó el primer batallón de Judas, el miedo y el pánico se apoderaron de los enemigos como consecuencia de una aparición de Aquel que todo lo ve. Emprendieron la fuga, unos por un lado, y otros, por otro, de manera que eran arrastrados por sus propios compañeros y heridos por sus mismas espadas. (2 Macabeos 12, 22)

  • y rezaron al Señor para que perdonara totalmente ese pecado a sus compañeros muertos. El valiente Judas exhortó a sus hombres a que evitaran en adelante tales pecados, pues acababan de ver con sus propios ojos lo que sucedía a los que habían pecado. (2 Macabeos 12, 42)

  • pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. (2 Macabeos 12, 44)

  • Dime, Amado de mi alma, ¿a dónde llevas a pastar tu rebaño, dónde lo llevas a descansar a mediodía, para que yo no ande como vagabunda detrás de los rebaños de tus compañeros? Coro: (Cantar 1, 7)

  • He entrado en mi huerto, hermana mía, novia mía, he tomado mi mirra con mi perfume, he comido mi miel en su panal, he bebido mi vino y mi leche. Amigos, coman, beban, compañeros, embriáguense. Ella: (Cantar 5, 1)

  • ¡Oh tú que habitas en los huertos!, tus compañeros prestan oído a tu voz, haz que yo también la pueda oír. (Cantar 8, 13)

  • de mantener las cuentas claras con tus compañeros de viaje, de entregar a los extranjeros su parte de la herencia, (Sirácides (Eclesiástico) 42, 3)

  • Porque hicieron algo que es una infamia en Israel, a saber, cometieron adulterio con las mujeres de sus compañeros y anduvieron diciendo en mi nombre cosas que yo no les había mandado, dice Yavé.» Yo, sin embargo, lo sé y soy testigo, palabra de Yavé. (Jeremías 29, 23)

  • Sus alas estaban desplegadas hacia arriba; cada uno tenía dos alas que se juntaban con las de sus compañeros, y dos alas que le cubrían el cuerpo. (Ezequiel 1, 11)

  • Una vez promulgada esta sentencia de muerte contra los sabios, buscaron también a Daniel y sus compañeros para matarlos. (Daniel 2, 13)

  • Daniel regresó a su casa y comunicó el asunto a sus compañeros. (Daniel 2, 17)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina