Talált 41 Eredmények: Caminar

  • Cada uno de ellos iba derecho siguiendo una de sus caras, iban hacia donde el espíritu los empujaba y al caminar no se daban vuelta. (Ezequiel 1, 12)

  • Por eso, dice Yavé, yo también tramo el mal contra esa gente, una desgracia tan grande que no podrán hacerle el quite ni caminar con la frente en alto. (Miqueas 2, 3)

  • Yavé, que es mi Señor, es mi fuerza el da a mis pies la agilidad de un ciervo y me hace caminar por las alturas. (Habacuc 3, 19)

  • pues yo voy a dar a este país un pastor que no se preocupará de las ovejas que desaparecen, ni buscará a la oveja perdida, ni cuidará a la herida, ni sostendrá a la que apenas puede caminar. Al contrario, se comerá la carne de las más gordas y les arrancará las pezuñas.» (Zacarías 11, 16)

  • Jesús le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. (Evangelio según San Mateo 14, 29)

  • La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). ¡Qué estupor más grande! Quedaron fuera de sí. (Evangelio según San Marcos 5, 42)

  • Al verlo caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, (Evangelio según San Marcos 6, 49)

  • Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos, (Evangelio según San Lucas 24, 15)

  • Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Pero aquel día era sábado. (Evangelio según San Juan 5, 9)

  • Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. (Evangelio según San Juan 10, 4)

  • Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.» (Evangelio según San Juan 11, 44)

  • Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies, y de un salto se puso en pie y empezó a caminar. Luego entró caminando con ellos en el recinto del Templo, saltando y alabando a Dios. (Hecho de los Apóstoles 3, 8)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina