Talált 122 Eredmények: Amigos

  • Referente al mal que causó el rey Demetrio a los judíos, le hemos escrito así: «¿Por qué mantienes tan pesado yugo sobre los judíos, nuestros amigos y aliados? (1 Macabeos 8, 31)

  • Estos perseguían y hacían investigaciones sobre todos los amigos y partidarios de Judas y los llevaban a Báquides, quien los castigaba y los humillaba de mil maneras. (1 Macabeos 9, 26)

  • Se reunieron entonces los amigos de Judas y dijeron a Jonatán: (1 Macabeos 9, 28)

  • (Jonatán había enviado a su hermano Juan como encargado del pueblo para rogar a los nabateos, sus amigos, que guardaran en depósito su equipaje, que era mucho. (1 Macabeos 9, 35)

  • Levantando sus ojos vieron, en medio de un rumor confuso, mucho equipaje; el esposo, sus amigos y hermanos avanzaban hacia ellos con tamboriles, instrumentos musicales y armas numerosas. (1 Macabeos 9, 39)

  • Ustedes siguen observando los convenios hechos con nosotros y se portan como amigos nuestros, y no se unen a nuestros enemigos. Lo sabemos y nos alegramos. (1 Macabeos 10, 26)

  • Ahora ocupo el trono de mis padres, siendo dueño de todo el país. Seamos amigos. (1 Macabeos 10, 53)

  • Y Jonatán llegó a Tolemaida con gran pompa, encontrándose con los dos reyes. Entonces ofreció a cada uno y a sus Amigos gran cantidad de oro y plata, y otros muchos regalos, ganándose así su favor. (1 Macabeos 10, 60)

  • El rey lo elevó a grandes honores, lo inscribió entre sus primeros Amigos, y lo nombró general y gobernador. (1 Macabeos 10, 65)

  • Tomando oro, plata, vestidos finos y otros presentes, fueron ante el rey en Tolemaida y obtuvieron su favor, en presencia de todos sus Amigos. (1 Macabeos 11, 24)

  • Lo confirmó en el puesto de jefe de los sacerdotes, con todos los privilegios que antes tenía, y le contó entre sus mejores Amigos. (1 Macabeos 11, 27)

  • Por su fidelidad hacia nosotros hemos decidido hacerle favores a la nación de los judíos, que son nuestros amigos y se portan lealmente con nosotros, pues queremos recompensar su fidelidad. (1 Macabeos 11, 33)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina