Talált 336 Eredmények: �cuánto

  • En cuanto a Absalón, no le dijo ninguna cosa a Amnón, pero le tomó odio por haber violado a su hermana Tamar. (2 Samuel 13, 22)

  • Entonces el rey dijo a la mujer: «Te pido que digas la verdad de todo cuanto voy a preguntarte.» La mujer respondió: «Diga mi señor, el rey.» (2 Samuel 14, 18)

  • En cuanto llegó David a Majanaím, Sobí, del pueblo de Rabbat-Amón, junto con Maquir, del pueblo de Lodebar y Barzilay, el galaadita de Roguelim, (2 Samuel 17, 27)

  • En cuanto a Semeí, hijo de Guera, se presentó al rey cuando hubo pasado el Jordán y le dijo: «Que mi señor el rey perdone y olvide la falta que cometí yo, su siervo, el día en que salía de Jerusalén; que no le dé importancia, (2 Samuel 19, 20)

  • Dale lo que tú quieras.» El rey contestó: «Que venga conmigo Kimham; haré por él lo que quieras, y cuanto tú me pidas te lo concederé.» (2 Samuel 19, 39)

  • yo daré cuanto deseas en madera de cedro y de ciprés. Mis servidores los bajarán desde el Líbano hasta el mar, yo los pondré en balsas y los llevaré al lugar que me mandes; allí los soltarán y tú los cargarás. Yo desearía que me los pagues con víveres, que me proporcionarás para mi casa.» (1 Reyes 5, 9)

  • Cuando Salomón hubo terminado la Casa de Yavé, el palacio real y todo cuanto quiso construir, (1 Reyes 9, 1)

  • todas las ciudades de aprovisionamiento que tenía Salomón, las ciudades de los carros de guerra y las de las tropas de a caballo, y todo cuanto Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio. (1 Reyes 9, 19)

  • Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella quiso; además le hizo regalos como sólo él podía hacerlos. Después, ella se marchó y volvió a su país con toda su gente. (1 Reyes 10, 13)

  • Te tomaré a ti y te haré reinar sobre cuanto desees y serás rey de Israel. (1 Reyes 11, 37)

  • Si escuchas todo cuanto te ordene, sigue mis caminos y haces lo que me agrada, guardando mis decretos y mandamientos como hizo David, mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré una casa estable como se la edifiqué a David, (1 Reyes 11, 38)

  • Vivía en Betel un anciano profeta. Vinieron sus hijos y le contaron cuanto había hecho aquel día el hombre de Dios y lo que había dicho al rey. (1 Reyes 13, 11)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina