8. Miren esa montaña tan inmensa; pues bien, será completamente allanada delante de Zorobabel. Y de ella extraerá hasta la última piedra que corone el Templo, en medio de aclamaciones de gracias.»





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina