12. Ellos me contestaron: «Se lo devolveremos y no les reclamaremos nada. Haremos como tú has dicho.» Entonces llamé a los sacerdotes y, delante de ellos, hice jurar a todos que cumplirían su promesa.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina