28. y que me hizo objeto de la simpatía del rey, de sus consejeros y de todos sus jefes principales. Por mi parte, cobré ánimo, ya que la mano de mi Dios estaba conmigo, y reuní a los jefes de Israel para que partieran junto a mí.





“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina