43. Efectuó entre sus soldados una colecta y entonces envió hasta dos mil monedas de plata a Jerusalén a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado. Todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección,





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina