1 Samuel, 1
13. Pero veía que sólo movía los labios sin pronunciar palabras, pues Ana oraba en silencio. Pensó entonces que estaba ebria y le dijo:
13. Pero veía que sólo movía los labios sin pronunciar palabras, pues Ana oraba en silencio. Pensó entonces que estaba ebria y le dijo:
“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina