15. Al despertar Salomón, se dio cuenta de que era un sueño. Volvió entonces a Jerusalén y se puso delante del Arca de la Alianza del Señor. Ofreció víctimas consumidas por el fuego y también sacrificios de comunión, dando un banquete a todos sus servidores.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina