4. Ahora, puesto que el Señor, vuestro Dios, ha dado la paz a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volveos e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra heredad que os dio Moisés, siervo del Señor, en Transjordania.





“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina