14. Vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados pueden quedar en la tierra que os dio Moisés en Transjordania; pero vosotros, todos los hombres de guerra, iréis armados al frente de vuestros hermanos y les prestaréis vuestra ayuda,





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina