II Samuel, 22
9. Una humareda subía de sus narices y de su boca un fuego destructor; de él salían carbones encendidos.
9. Una humareda subía de sus narices y de su boca un fuego destructor; de él salían carbones encendidos.
“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina