25. Al retirarse ellos, Joás quedó en grave estado, sus siervos se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo del sacerdote Yehoyadá, y lo mataron en su cama. Murió, y lo enterraron en la ciudad de David, pero no en el panteón real.





“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina