9. Si nos sobreviene la desgracia, si la espada, el castigo, la peste o el hambre se abaten sobre nosotros, nos presentaremos en este templo delante de ti, porque en este santuario habita tu nombre, y en medio de nuestra angustia clamaremos a ti, y tú nos escucharás y nos salvarás.





“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina