I Macabeos, 10
63. El rey lo sentó a su lado y dijo a sus dignatarios: "Id con él al centro de la ciudad y pregonad que nadie, bajo ningún pretexto, acuse a Jonatán; y que nadie, por ninguna causa, lo moleste".
63. El rey lo sentó a su lado y dijo a sus dignatarios: "Id con él al centro de la ciudad y pregonad que nadie, bajo ningún pretexto, acuse a Jonatán; y que nadie, por ninguna causa, lo moleste".
1 Macabeos 10 describe el pacto hecho entre el rey seléucido, Antíoco VII y el alto sacerdote judío, John Hircano I. En este pacto, John Hircano recibe la confirmación de su posición como sumo sacerdote y líder político de los judíos, además de la promesa de la promesa de Paz y cooperación entre el reino seléucido y los judíos.
2 Crónicas 9:26: "También reinó sobre todos los reyes, desde el río hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto". John Hircano I era un gobernante judío que amplió su control sobre una gran parte de Palestina, incluidas las áreas que anteriormente estaban bajo un gobierno extranjero.
Ezra 4:23: "Entonces, cuando se leyó la copia de la carta del rey Arterxes antes de Reum, y Sinsai, el registrador y sus compañeros, estaban rápidamente a Jerusalén, a los judíos, y los impidieron con manos armadas". Este versículo habla sobre la oposición externa al gobierno judío y puede verse como un contraste con el pacto pacífico entre John Hircano I y Antiochus VII.
Isaías 19:19: "En ese día habrá un altar para el Señor en la tierra de Egipto, y una columna para el Señor en su frontera". Este versículo es interesante porque habla de un altar al Señor en el territorio egipcio, lo que sugiere que la religión judía se extendió más allá de Palestina.
Mateo 22:21, "Entonces les dijo:" Dale a César qué es César y Dios lo que es de Dios ". Este versículo habla sobre la relación entre la autoridad política y la religión, un tema relevante para el pacto entre John Hircano I y Antiochus VII.
Hechos de los Apóstoles 10:34-35: "Entonces Pedro ha abierto la boca y dijo, de hecho, entiendo ahora que Dios no tiene el sentido de las personas; sino en cada nación que lo teme y hace lo que es justo es aceptable para él ". Este versículo habla sobre la idea de que la religión es un problema personal y se puede practicar en diferentes culturas y locales, algo que puede estar relacionado con el pacto entre John Hircano I y Antiochus VII, que permitió la coexistencia pacífica de diferentes culturas y religiones en un área geográfica.
“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina
