6. Cuando pagan, el prestamista apenas recibirá la mitad, y podrá estimarlo una suerte. Y si no puede pagar, le dejará sin su dinero y se habrá granjeado de balde un enemigo, que le devolverá maldiciones e insultos, y en vez de honra, ultrajes.





“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina