15. pues el Señor, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y la ira del Señor, tu Dios, se encendería contra ti y te haría desaparecer sobre la tierra.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina