Sabiduría, 18

La Biblia de Jerusalén

1 Entre tanto para tus santos había una grandísima luz. Los egipcios, que oían su voz aunque no distinguían su figura, les proclamaban dichosos por no haber padecido ellos también;

2 les daban gracias porque agraviados no se vengaban y les pedían perdón por su conducta hostil.

3 En vez de tinieblas, diste a los tuyos una columna de fuego, guía a través de rutas desconocidas, y sol inofensivo en su gloriosa emigración.

4 Bien merecían verse de luz privados y prisioneros de tinieblas, los que en prisión tuvieron encerrados a aquellos hijos tuyos que habían de dar al mundo la luz incorruptible de la Ley.

5 Por haber decretado matar a los niños de los santos, salvándose de los hijos expuestos uno tan sólo, les arrebataste en castigo la multitud de sus hijos y a ellos, a una, les hiciste perecer bajo la violencia de las aguas.

6 Aquella noche fue previamente conocida por nuestros padres, para que se confortasen al reconocer firmes los juramentos en que creyeron.

7 Tu pueblo esperaba a la vez la salvación de los justos y la destrucción de sus enemigos.

8 Y, en efecto, con el castigo mismo de nuestros adversarios, nos colmaste de gloria llamándonos a ti.

9 Los santos hijos de los buenos ofrecieron sacrificios en secreto y establecieron unánimes esta ley divina: que los santos correrían en común las mismas aventuras y riesgos; y, previamente, cantaron ya los himnos de los Padres.

10 A estos cánticos respondía el discordante clamor de sus enemigos, se disfundían los lamentos de los que lloraban a sus hijos.

11 Un mismo castigo alcanzaba al esclavo y al señor; el hombre del pueblo sufría la misma pena que el rey.

12 Todos a la vez contaban con muertos innumerables abatidos por un mismo género de muerte. Los vivos no se bastaban a darles sepultura, como que, de un solo golpe, había caído la flor de su descendencia.

13 Mantenidos en absoluta incredulidad por los artificios de la magia, acabaron por confesar, ante la muerte de sus primogénitos, que aquel pueblo era hijo de Dios.

14 Cuando un sosegado silencio todo lo envolvía y la noche se encontraba en la mitad de su carrera,

15 tu Palabra omnipotente, cual implacable guerrero, saltó del cielo, desde el trono real, en medio de una tierra condenada al exterminio. Empuñando como afilada espada tu decreto irrevocable,

16 se detuvo y sembró la muerte por doquier; y tocaba el cielo mientras pisaba la tierra.

17 Entonces, de repente, sueños y horribles visiones les sobresaltaron, les sobrevinieron terrores imprevistos.

18 Aquí y allá tendidos, ya moribundos, daban a conocer la causa de su muerte,

19 pues los sueños que les habían pertubado, se lo habían indicado a tiempo para que no muriesen sin saber la razón de su desgracia.

20 También a los justos les alcanzó la prueba de la muerte; una multitud de ellos pereció en el desierto. Pero no duró la Cólera mucho tiempo,

21 que pronto un hombre irreprochable salió en su defensa. Con las armas de su propio ministerio, la oración y el incienso expiatorio, se enfrentó a la ira y dio fin a la plaga, mostrando con ello que era en verdad siervo tuyo.

22 Y venció a la Cólera no con la fuerza de su cuerpo, ni con el poder de las armas, sino que sometió con su palabra al que traía el castigo recordándole los juramentos hechos a los Padres y las alianzas.

23 Cuando ya los muertos, unos sobre otros, yacían hacinados, frenó, interponiéndose, el avance de la Cólera y le cerró el camino hacia los que todavía vivían.

24 Llevaba en su vestido talar el mundo entero, grabados en cuatro hileras de piedras los nombres gloriosos de los Padres y tu majestad en la diadema de su cabeza.

25 Ante esto, el Exterminador cedió y se atemorizó; pues era suficiente la sola experiencia de tu Cólera.




Versículos relacionados com Sabiduría, 18:

La sabiduría 18 cuenta la historia de la noche de liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto y el paso a través del Mar Rojo. El capítulo destaca el papel de Dios como protector y liberador de su pueblo y la importancia de la fe en su intervención divina.

Éxodo 14:21: "Entonces Moisés alcanzó el mar, y el Señor, a través de un fuerte viento oriental toda la noche, volvió al mar. Lo convirtió en tierra seca y las aguas se dividieron". Este versículo describe el milagro de la apertura del Mar Rojo, que fue uno de los eventos más importantes en la historia de Israel y se menciona en la sabiduría 18:15.

Éxodo 15:1: "¡Entonces Moisés y los israelitas le cantaron esta canción al Señor, '¡Cantaré al Señor, porque él es grande! Una respuesta a la tuya poderosa liberación de la gente de Israel del ejército egipcio en el Mar Rojo. La canción de Moisés mencionada en Sabiduría 18:9-10 también celebra este evento.

Éxodo 14:13: "Moisés respondió a la gente:" ¡No tengas miedo! ¡Sea firme y mira la liberación que te traerás hoy. Los egipcios que estás viendo hoy, nunca los verás! " De nuevo de Israel para confiar en Dios y creer que podría liberarlos del poder de los egipcios. Este mensaje de esperanza y confianza es un tema importante en la sabiduría 18.

Éxodo 15:13: "Con tu gracia has llevado a las personas que tienen rescate; Este verso es parte de la canción de Moisés y destaca el papel de Dios como Salvador y Guía de su pueblo. Sabiduría 18 también enfatiza el poder salvador de Dios y la importancia de confiar en él.

Éxodo 15:16: "La gente será estremecida por el miedo; los habitantes de la Filistia serán un temor repentino". El poder de Dios y su intervención en la liberación de su pueblo fueron tan significativos que las naciones vecinas temblaron de miedo. La respuesta divina a la opresión de los egipcios y la liberación del pueblo de Israel son temas centrales en la sabiduría 18.


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