Levítico, 7
34. Pues yo sustraigo a los israelitas, de sus sacrificios de comunión, el pecho mecido y la pierna reservada para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos, por decreto perpetuo entre los israelitas.
34. Pues yo sustraigo a los israelitas, de sus sacrificios de comunión, el pecho mecido y la pierna reservada para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos, por decreto perpetuo entre los israelitas.
Levítico 7 aborda las leyes con respecto a los sacrificios de paz y cómo se debe consumir la carne de estos animales. Los siguientes son cinco versículos relacionados con los temas abordados en este capítulo, en orden de proximidad a los problemas tratados:
Deuteronomio 12:20-21: "Cuando el Señor, tu Dios, expanda tu territorio, como te prometiste, y tú dijiste, comeré carne, porque tengo un deseo de carne, según tu deseo, puedes comer carne , de acuerdo con el deseo de tu alma. Si el lugar que el Señor, tu Dios, elige hacer que tu nombre sea lejos de ti, entonces matarás a tu ganado y a tu rebaño que el Señor te ha dado, como te has ordenado, y comes dentro de tus puertas, según tu deseo y de acuerdo con tu alma ".
Hechos 15:29: "Que se abstengan de las cosas sacrificadas a los ídolos, y de la sangre, y la carne sofocada, y la prostitución; y de estas cosas que haces bien en mantenerte.
1 Corintios 10:25-26: "Comience todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar, debido a la conciencia. Para el Señor es la tierra y su plenitud".
1 Timothy 4:3-5: "Prohibir el matrimonio y ordenar la abstinencia de los alimentos que Dios ha creado para ser recibido con Acción de Gracias por los fieles, y tantos como conocen completamente la verdad. Porque cada criatura de Dios es buena, y no hay nada que rechazar, ser recibido con Acción de Gracias. Por la Palabra de Dios y la oración es santificada ".
Romanos 14:6-7: "El que presenta un caso del día, para el Señor lo hace; y que no hace el día del día, para que el Señor no lo haga. Y quién no come, para el Señor no comer, y dar gracias a Dios ".
Estos versos tratan con temas relacionados con el consumo de carne y su origen, así como con la libertad que los cristianos tienen al respecto. Mientras que Deuteronomio 12:20-21 trata con el permiso de Dios para comer carne dentro de sus propias puertas, Hechos 15:29 instruye a los cristianos a abstenerse de carne sofocada y se ofrecen a los ídolos. 1 Corintios 10:25-26 y 1 Timoteo 4:3-5 indican que cada criatura de Dios es buena para el consumo y que la palabra y la oración de Dios pueden santificar la comida. Finalmente, Romanos 14:6-7 indica que lo que importa es la actitud de gratitud con Dios, independientemente de si comer o no carne.
“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina