Eclesiástico, 29
16. El pecador dilapida los bienes de su fiador, el ingrato abandona en su corazón al que le ha salvado.
16. El pecador dilapida los bienes de su fiador, el ingrato abandona en su corazón al que le ha salvado.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina