Eclesiastés, 10
4. Si el enojo del que manda se abate sobre ti, no abandones tu puesto, que la flema libra de graves yerros.
4. Si el enojo del que manda se abate sobre ti, no abandones tu puesto, que la flema libra de graves yerros.
“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina