Proverbios, 13
22. El hombre de bien deja una herencia a los hijos de sus hijos, pero la fortuna del pecador está reservada para el justo.
22. El hombre de bien deja una herencia a los hijos de sus hijos, pero la fortuna del pecador está reservada para el justo.
“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina