Mateo, 26
22. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: «¿Seré yo, Señor?».
22. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: «¿Seré yo, Señor?».
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina