20. Pero el designio del Señor era que ellos se obstinaran en hacer la guerra contra Israel, a fin de que fueran consagrados sin piedad al exterminio y así fueran aniquilados, como el Señor había ordenado a Moisés.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina