18. "Déjenla, dijo el rey; que nadie remueva sus huesos". Así fueron respetados sus huesos y los del profeta que había venido de Samaría.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina